Relaciones tóxicas

Las relaciones de pareja tóxicas: 
Esas relaciones en las que por lo menos un integrante de la relación tiene comportamientos y actitudes totalmente impropias, que pueden llegar a suponer una situación de vulnerabilidad psicológica y emocional para la otra persona.

Cuidado, porque aunque exista amor (o algo que se le parezca), hay parejas en las que se producen dinámicas realmente peligrosas, y que pueden rozar el maltrato psicológico.

Los casos de relaciones tóxicas pueden ser más o menos severos, y hoy voy a describir ( o al menos intentar ) un total de veintitrés señales de que una relación puede estar yendo por muy mal camino. Ciertas situaciones y circunstancias pueden ser más proclives a que surjan estas “diferencias” entre los miembros de la pareja.
En muchas ocasiones, las personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas no son capaces de darse cuenta de que están viviendo situaciones de abuso. 

El amor que sentimos hacia esa persona puede obnubilar nuestro juicio y podemos tender a perdonar cualquier cosa. Es muy frecuente que este tipo de actitudes tóxicas se “normalicen” por parte de la víctima.

Y a pesar de que los familiares y amigos puedan advertirnos de que algunas cosas que estamos soportando simplemente no son de recibo, podemos seguir con los ojos vendados. 


Actitudes de control y celosía

1. Le molesta que pases tiempo con tus amigos o familiares.

2. Controla tus gastos personales, lleva un control innecesario sobre tus cuentas bancarias, o te pide explicaciones sobre tus facturas.

3. Investiga tus redes sociales y tu teléfono móvil.

4. Pregunta constantemente por tus horarios y te planifica la vida sin pedirte opinión.

5. Cuando te hace un favor, exige que le compenses inmediatamente.

6. Te menosprecia y te da a entender que sin elle no serías nadie ni podrías seguir adelante.

7. En reuniones familiares o con amigos, evitas emitir tu opinión sobre algo por miedo a que vuelva a reprenderte o a cuestionarte.

8. Es habitual que use el chantaje emocional contigo: si no haces lo que elle quiere, se enfada.

9. Notas que cada vez que pasas tiempo con alguien del sexo opuesto, tu pareja se molesta en exceso y tiene celos obligándote a no ver más a esa persona.

10. Te trata con un exceso de paternalismo.



Actitudes de falta de respeto y conflicto


11. Se mete con tu forma de vestir, intenta influir de malas maneras para que cambies tu estilo, etcétera.

12. Hace lo posible por restarle importancia a tus méritos y virtudes.

13. Le quita importancia a los problemas que le expresas, minimizándolos y diciendo frases del estilo “eso no es para tanto”, “no te quejes por vicio”, etc.

14. Cuando se produce una discusión, tienes que ceder tú siempre, porque en caso contrario puede estar días sin dirigirte la palabra.

15. Te culpabiliza de problemas que tiene en su vida laboral o con otras personas ajenas a la relación.

16. Siempre está recordándote todos los fallos y errores que cometiste en el pasado.

17. Has dejado de contarle los problemas de pareja a tus familiares, amigos y allegados porque sabes que si elle se entera, montaría en cólera.

18. Evitas explicarle los problemas o hablar sobre ciertos temas con elle porque sabes que se lo tomaría mal.

19. Se dirige a ti con exigencias y malos modos muy frecuentemente.

20. Toma decisiones que afectan a ambos sin pedir tu opinión, e incluso sin informarte.



Actitudes tóxicas en el ámbito sexual

21. Notas que "consientes relaciones sexuales "con elle a pesar de que no tienes muchas ganas, solo por complacer sus deseos o para evitar que se enfade. 


22. Te chantajea o exige que realicéis prácticas sexuales que no te gustan.

23. Te compara con otras parejas sexuales de su pasado.


¡Cuidado! Todos tenemos actitudes tóxicas en algún momento...

He explicando todas aquellas actitudes y conductas que pueden ser señal de que tu pareja es tóxica. Pero cuidado, porque es muy fácil ver los fallos en los demás y muy difícil hacer autocrítica.

Todos, en algún momento de nuestra vida, podemos cometer errores y tener uno o varios fallos como los que he descrito. 


Por tanto, debemos ser cuidadosos a la hora de enjuiciar a nuestra pareja. Solo será una relación tóxica aquella en que, de forma habitual, se produzcan varios de los problemas comentados. De todos modos, en ocasiones la situación puede ser reconducible gracias a la comunicación y las buenas maneras.

En otras parejas, es posible que no exista marcha atrás y que la relación esté condenada al fracaso. Es obligación de cada persona analizar detenidamente la situación.


El chantaje emocional y la manipulación, desgraciadamente, pueden ser habituales en las relaciones de pareja, pero también entre amigos y familiares. El chantajista emocional actúa de acuerdo con sus intereses, y culpabiliza, incomoda y provoca miedo a la víctima del chantaje.

Según Susan Forward, autora del libro Emotional Blackmail, el chantaje emocional es “una poderosa arma de manipulación con la cual gente cercana a nosotros nos amenaza, directa o indirectamente, para castigarnos si no consiguen lo que quieren”



Causas del chantaje emocional

Las causas que llevan a una persona a ser un chantajista son muchas. Por ejemplo, la autoestima baja, que puede provocar que un individuo esté constantemente buscando la confirmación del amor de su pareja y provocando demostraciones de que la otra persona no le dejará.

Las personas narcisistas y con Trastorno Límite de Personalidad también pueden llevar a cabo un chantaje emocional constante con sus familiares, amigos y pareja. Esta es una manera de reafirmar y consolidar su personalidad.

El miedo al abandono de la víctima, también favorece que el chantajista intente adoptar una posición de poder sobre ésta, en una situación que puede asemejarse bastante a la dependencia emocional. Por otro lado, las personas que han sido víctimas del chantaje emocional desde edades tempranas, o los individuos que han sido “mimados” y "sobreprotegidos”, son más propensos a adoptar una personalidad manipulativa. Estos últimos poseen una baja tolerancia a la frustración y, además, se han acostumbrado a tener todo lo que quieren. Algo que puede afectar a sus relaciones interpersonales.


El chantajista sentimental puede hacer uso de diferentes estrategias para conseguir su objetivo. A través del poder que sabe que tiene sobre la otra persona, el chantajista “da la vuelta a la tortilla” y se aprovecha de la vulnerabilidad de la víctima. 


Para ello, éste puede emplear estrategias psicológicas (de forma más o menos consciente) como las que se presentan a continuación:


  • El autocastigo

El chantajista utiliza frases como “si tú me dejas, no vale la pena seguir vivo”. De esta manera hace que la víctima se sienta culpable y obligada permanentemente a no cuestionar los cimientos de la relación.

  • El castigo

La persona que chantajea usa frases amenazantes como la siguiente: “si haces eso, no me culpes si te dejo”. De este modo, consigue que la otra persona se sienta constantemente atada a unos patrones de conducta "correctos", con lo cual cerciora su libertad y su personalidad.
El silencio

El chantajista emocional crea un ambiente de pareja negativo, pues puede mostrar su enfado a través del silencio. Esto hace que la víctima piense que la situación de “mal clima” es culpa suya. Es otra forma de hacer sentir culpable a la víctima del chantaje.

  • El victimismo

El chantaje emocional también incluye el victimismo. Un ejemplo puede ser la siguiente frase: “si te vas con tus amigas, yo estaré sólo y aburrido .

Las promesas

Los chantajistas también son expertos en hacer promesas que nunca cumplen. Por ejemplo, “si me das otra oportunidad te demostraré que puedo cambiar”. Este tipo de conducta puede ser una señal de alarma, puesto que es uno de los comportamientos típicos en los ciclos de violencia de pareja.

  • La culpa

Hacer sentir culpable a la pareja por su propio comportamiento incorrecto es una de las estrategias más utilizadas. Por ejemplo: “yo soy agresivo porque tú me provocas” o “yo he sido infiel porque no me das lo suficiente”. Esta es otra señal que nos puede alertar de que puede estar produciéndose una situación de maltrato psicológico.


En muchas ocasiones no es fácil reconocer que una persona está siendo chantajeada. El precio emocional que provoca el chantaje sentimental es es muy elevado. Por ejemplo, la pérdida de un ser al que ama, o el sentirse avergonzado o culpable por dejarse manipular.

El chantajista es una persona hábil que sabe cómo manipular y, en ocasiones, puede parecer (o decir) que está muy enamorado de su pareja o puede justificar su comportamiento de mil formas distintas, pero las consecuencias en el bienestar de la víctima pueden ser muy negativas. Además, el chantajista no necesariamente es una persona mala o perversa, puede ser su inestabilidad emocional la que le lleve a actuar de esa manera. Por tanto, hay que ser conscientes de que cada situación es distinta y valorarla con calma y serenidad, pero también con firmeza si hay que tomar alguna decisión.

Ahora bien, ya que en el chantaje emocional existen dos actores, y no siempre se puede cambiar el comportamiento del chantajista, la persona chantajeada puede trabajar en sí misma para dejar de ser víctima de la manipulación emocional. Trabajar la Inteligencia emocional, la autoestima , el amor propio, son algunas de las herramientas que pueden ser útiles ante esta situación y van a ayudar a la víctima a empoderarse frente a la vida.


En casos graves de chantaje emocional, es posible que la persona afectada necesite ayuda psicológica para superar la situación y recuperarse de las heridas emocionales causadas. Hablar con amigos y familiares, y acudir a un especialista de la psicología, son importantes para recuperar el bienestar emocional de la persona que ha sufrido el chantaje emocional durante mucho tiempo.

Dependencia emocional: ¿qué es?


Como ocurre con otras dependencias, como en la adicción al consumo de sustancias tóxicas, la dependencia emocional opera mediante mecanismos de refuerzo positivo, que acaba generando dependencia psicológica en el sujeto. La dependencia emocional afecta por igual a mujeres y hombres. 
Sin embargo, los hombres suelen ocultar este problema pues se sienten menos capaces de reconocer que están ‘atados emocionalmente’ a otra persona. 


A causa de la vergüenza en expresar el problema, algunos hombres presentan cuadros de dependencia más severos.( ahí lo dejo como dato ) ¿Quién sufre dependencia emocional?

Aunque muchas veces esta situación pueda ser transitoria, lo más habitual es que el patrón de dependencia emocional en el sujeto se observe a lo largo de su vida y con las diferentes parejas que tenga. Esta dependencia sentimental no hace referencia a motivos materiales (como podría ser una dependencia de tipo económico), sino que alude a la necesidad de amor y vínculo afectivo. Las personas que la sufren tienen un gran miedo a estar solas y no pueden concebir su vida si no es al lado de una pareja sentimental. . En algunos casos, el dependiente emocional refiere haber sufrido algún tipo de maltrato físico o psicológico por parte de su pareja. La persona dependiente tiende a idealizar a su cónyuge, viviendo en una cierta sumisión hacia él.

La persona afectada es capaz de reconocer el maltrato y el menosprecio que sufre a diario, pero no tiene la capacidad para dejar de estar ‘enganchada’ a su pareja. Pide perdón incluso por cosas que no han hecho, con el fin de mostrarse tierno y sumiso ante su pareja; para ganar su aprobación y amor. También pueden gastarse mucho dinero en regalos y en general mantendrán una actitud de atenciones y gestos con los que tener contenta a la pareja y satisfacerla en todo momento.



Dependencia emocional: buscando sus causas


Normalmente, el fondo del problema de la dependencia se encuentra en una pobre autoestima, que conduce al dependiente emocional a desvalorizarse sistemáticamente. Se muestran críticos consigo mismos y con su forma de ser, hasta el punto de sentirse inferiores y culpables, incluso, del menosprecio que puedan recibir por parte de sus parejas sentimentales. La situación se torna aún más insostenible con el paso del tiempo, en que el transcurso de la relación exacerba la relación subordinada del dependiente emocional respecto a su pareja, que ejerce un rol dominante.

De este modo, el menosprecio de la persona dominante hacia el dependiente emocional se incrementa, llevando al extremo su subordinación. También es común observar que este tipo de relaciones acaban rompiéndose en poco tiempo, pero eso no soluciona el problema. El dependiente intentará volver una y mil veces con su expareja, de la misma manera que el drogadicto se las ingenia para obtener la sustancia y volver a consumir. Esta dinámica conduce a una situación de círculo vicioso, puesto que el desprecio del dominante aumenta, así como disminuye la autoestima y dignidad de la persona dependiente emocional. La persona que padece este tipo de dependencia emocional necesita permanecer en contacto con su pareja, y si el vínculo se rompe del todo, surge una suerte de síndrome de abstinencia emocional.


  • Ruptura con amigos y familiares:

En estos casos, se pueden producir enfrentamientos airados con amigos y familiares. El dependiente emocional se percata de que sus allegados intentan aconsejarle de que su situación psicológica ante la relación no es la más adecuada, pero éste insiste en defender su relación. Aunque los familiares ven de cerca que el sufrimiento causado por esa relación patológica no cesa, el dependiente suele enfrentarse a ellos y defenderá la situación, llegando a reclamar a su allegados un trato especial hacia la otra persona.

La comorbilidad de la dependencia emocional se asocia con cuadros ansiosos o depresivos, aparte de la falta de autoestima que ya he comentado, que se ve aumentada al tomar conciencia de que se está arrastrando para recuperar el amor de alguien que no solamente no le quiere sino que le desprecia y maltrata.

En este cuadro, es muy habitual observar que la persona dependiente cree firmemente que su pareja es superior y por tanto merece que todo su entorno reconozca esto y le colme de alabanzas y respetos. Esto puede acarrear un resquebrajamiento de la relación con amigos y familiares, cosa que produce que su dependencia emocional se vea reforzada puesto que solo encontrará el apoyo en la pareja. Como vemos, esta es otra dinámica en que se entra en un círculo vicioso



  • Altruismo patológico

El afectade puede llegar al punto de abandonar sus propias responsabilidades laborales a fin de tener el tiempo necesario para complacer las necesidades del cónyuge. El menoscabo familiar, laboral, social y psicológico del dependiente emocional puede alcanzar límites preocupantes. 
En el caso de que el dependiente tenga hijxs, es frecuente que sus hijxs tengan conductas y actitudes de menosprecio hacia elle. Aprenden a despreciar a alguien que no muestra autoridad ni dignidad. También se suele percibir signos de deterioro de la relación de los hijxs hacia el progenitor autoritario, puesto que tiende a ser una persona egoísta y déspota que no expresa demasiado amor ni preocupación por sus hijo.


Resulta imprescindible iniciar rápidamente la terapia psicológica a fin de conseguir desvincularse emocionalmente de la pareja. No hacerlo y seguir en dinámicas negativas puede conllevar consecuencias nefastas, ya que no es raro que del menosprecio se pase al maltrato psicológico y hasta al maltrato físico en último término. Para evitar entrar en las dinámicas crecientemente peligrosas, es importante empezar tratamiento psicológico temprano, aunque esto a la práctica es difícil de conseguir.

Tal como ocurre en las diferentes adicciones, el primer paso es que el afectado sea capaz de reconocer que tiene un problema y decida buscar la manera de solucionarlo. Este punto es muy difícil: el dependiente logrará encontrar múltiples excusas y justificaciones para su conducta. Suelen ser del tipo: “Vosotros no lx conocéis bien”, “Me quiere mucho”, “Nadie es perfectx”, “La culpa es mía también”… Es prácticamente imposible lograr que funcione una terapia que no haya sido requerida por el propio afectado, e igual que ocurre con las demás adicciones, será necesario una ruptura absoluta con la pareja.



Los mejores consejos que se pueden dar a alguien cuyo familiar o amigue sea un dependiente emocional son los siguientes:

1. No cedas nunca ante la exigencia de mantener un trato exquisito hacia la persona dominante.


2. Debes permanecer al lado de la persona dependiente, pero no mostrarte cómplice de su relación enfermiza. 

3. Puedes dialogar con el afectado y hacerle entender que puede contar contigo y con la familia.

4. Si finalmente decide pedir ayuda para romper con la situación, es necesario que le acojas e impidas cualquier contacto con la pareja.

5. También es buena idea acompañarlo a terapia .

6. El psicólogo no solo ayudará a encontrar el mejor camino para el afectado, sino que también proporcionará algunas pautas a los familiares y amigos para revertir la situación, así como algunos consejos para dudas concretas.


Claves para una relación sana:


A veces parece que las relaciones de pareja dan mucho trabajo y se vuelven horriblemente complicadas. Pero si nos paramos a pensar, nos damos cuenta de que tener una relación de pareja saludable es muy sencillo siempre y cuando los dos miembros de la pareja sean capaces de dejar de lado sus propias inseguridades y malas experiencias del pasado.

En las relaciones de pareja es donde más se manifiestan las carencias afectivas y las creencias irracionalesque cada una de las personas ha ido adquiriendo a lo largo de su historia vital. Se replican patrones inadecuados aprendidos en la infancia y se actúa muchas veces a través de una forma sesgada de ver el mundo.

Una cultura que no promueve las relaciones amorosas sanas

Desde mi punto de vista, la sociedad en la que vivimos no favorece precisamente las relaciones de pareja saludables. Las canciones, las películas de Disney, las series de televisión y las novelas románticas nos muestran una concepción del amor que no es real y favorecen una serie de creencias acerca de las relaciones de parejas que no ayudan a que estas se mantengan en el tiempo de una manera satisfactoria. Quiero hablar de las claves para tener una relación de pareja saludable, de las claves para que dos personas, cada una con su personalidad, con sus experiencias y con su forma de ver la vida puedan aportarse algo la una a la otra durante un tiempo prolongado (en ocasiones, toda la vida). ¿Cuáles son las 7 claves para mantener una relación de pareja saludable?

Si tuviera que decir un solo indicador de si una relación debe continuar sería el siguiente: ¿Tu relación de pareja te suma o te resta? ¿Te ayuda a ser mejor y a desarrollarte como persona? ¿O por el contrario te limita y es una fuente más de malestar que de emociones positivas? 

1. Ama siempre desde la libertad

Amar desde la libertad, significa tener claro que el otro no te pertenece, que el otro es una persona que libremente decide mantener una relación contigo y que por lo tanto en cualquier momento es libre de marcharse. Amar desde la libertad significa aceptar que el otro tiene derecho a tomar las decisiones que quiera, y a elegir que quiere a hacer con su vida.

Significa que cada uno debe tener su espacio privado, su intimidad. Amar desde la libertad significa que queremos compartir nuestra vida con el otro, pero que no lo necesitamos. Significa aceptar que somos dos personas diferentes y no un pack dos en uno, significa dejar nuestras inseguridades a un lado y conseguir que el otro esté con nosotros porque quiere y no mediante manipulaciones que impiden que encuentre a otra persona mejor. Significa que nuestra pareja conozca a miles de personas pero aún así, nos prefiera a nosotrxs


2. Aprende a comunicarte

Una buena comunicación es uno de los pilares básicos de la pareja, ya que el diálogo es lo que permite crear un proyecto de vida en común, en donde es muy importante negociar, ceder y llegar a acuerdos.

Una comunicación adecuada puede hacer que las discusiones se conviertan en algo constructivo y que unan cada vez más a la pareja, en vez de separarla y crear rencores. Además reservar un espacio diario para conversar con nuestra pareja acerca de cualquier cosa es una excelente costumbre que favorecerá afianzar y mantener una relación satisfactoria.

El terreno en el que más problemas da una comunicación inadecuada es el de las discusiones. Se puede aprender a discutir de una manera constructiva, en la que aportemos nuestro punto de vista con respeto y expliquemos como nos estamos sintiendo, sin necesidad de entrar en un círculo vicioso de reproches y acusaciones en el que lo más probable es que acabemos discutiendo acerca de algo que ocurrió hace años, dejando del lado el tema que hizo que comenzara la discusión.

Os dejo algunas pautas para aprender a discutir de manera constructiva:

Discute solo un tema por cada vez. Habla de cómo te sientes tú, no acuses al otro. Evita las generalizaciones (siempre, nunca, todo, nada) y habla de un hecho concreto. Utiliza un tono amable y evita discutir un tema cuando tu nivel de enfado sea muy elevado. Pide lo que quieras, concreta el cambio (por ej: Me gustaría que la próxima vez que fuéramos a casa de mi madre antes de comer y no a media tarde). No entres en reproches de la otra persona e ignora si te ataca o cambia de tema. (Por ej: Ese tema lo podemos hablar si quieres en otro momento, ahora estoy tratando de decirte que...). Termina la crítica con algo bueno (por ej: Te agradezco que me hayas escuchado y espero que este tema se solucione ya que me encanta estar bien contigo). Practica la comunicación asertiva.

Sé que hacer esto es realmente complicado, y que en ocasiones lo que te apetece es gritar , pero te aseguro que si respiras hondo, esperas que baje tu nivel de activación para hablar y utilizas estas pautas obtendrás resultados mucho mejores


3. Aprende a pensar en verde


Cada persona ha tenido unas experiencias diferentes y una historia de aprendizaje previa diferente por lo cual tiene una personalidad diferente y ve el mundo de una manera distinta a la tuya.
Si te pones unas gafas azules y te pregunto de qué color ves el mundo me responderás que azul ¿Verdad? Y seguramente por más que me empeñe en demostrarte que es amarillo, y que no lo estás viendo de la manera correcta será imposible que me des la razón ya que realmente tu mundo es azul.

Nuestra historia de aprendizaje hace que veamos el mundo de un color o de otro, y para nosotros simplemente el mundo será de ese color porque lo vemos así. El problema es cuando para uno de los miembros de la pareja el mundo es azul y para el otro es amarillo, este es el momento de pensar en verde.

No siempre tienes que estar de acuerdo en lo que tu pareja piensa, creo que nos obcecamos demasiado en llevar razón, cuando el objetivo final es solucionar el conflicto.

Cuando detectes que ambos tenéis puntos de vista completamente diferentes, en vez de seguir discutiendo por llevar razón y salirte con la suya, plantea soluciones intermedias en las que se incluyan ambos puntos de vistas. Ni azul, ni amarillo, ¡Verde! 


4. Comparte tiempo de calidad con tu pareja

Compartir tiempo de calidad con tu pareja es un elemento clave para que la relación no acabe sumida en la rutina. Entiendo que en ocasiones llegamos a tener una vida muy ajetreada y prácticamente la vivimos en piloto automático sin darnos cuenta lo que está ocurriendo a nuestro alrededor, pero reservar algo de tiempo para compartirlo con tu pareja debe estar entre tus prioridades si tu objetivo es mantener una relación de pareja saludable.

Salir algún día a cenar, una escapada de fin de semana, vuestra peli favorita con palomitas, etc


5. Nunca dejes de cuidar la relación

Al principio de las relaciones solemos mostrar nuestra mejor parte al otro, somos detallistas, le decimos cumplidos, etc… Sin embargo con el paso del tiempo estos gestos suelen ir disminuyendo hasta que en ocasiones desaparecen. Las relaciones son como las plantas, si no las riegas, mueren. Así que si quieres mantener tu relación fresca y colorida nunca dejes de regarla.

Algo tan simple como decirle al otro lo guape que está hoy, regalarle flores, invitarle a cenar, llevarle al sitio donde os conocisteis, etc… puede mantener la relación durante mucho tiempo en un estado excelente.


6. Cuando quieras que el otre cambie, cambia tú

Creo que nos pasamos demasiado intentando cambiar a las personas, la mayoría de las veces sin obtener resultado alguno. Las personas solo cambian cuando quieren cambiar, o cuando cambia su entorno.

Por lo tanto, si lo que queremos es que nuestra pareja cambie lo mejor que podemos hacer es cambiar nosotres.

Si queremos que deje de salir tanto con sus amigues seguramente funcione mejor agradecerle los días que se quede contigo toda la tarde que reprocharle cada vez que salga, si queremos que sea más cariñose ¿Qué tal si empezamos a mostrar nosotros más gesto de cariño?... Espero
 que se entienda bien este punto, porque tal vez no me explique bien y pueda llevar a confusión.

7. Respeto y confianza

Sin respecto y confianza no existe la posibilidad de una pareja saludable. Amar es respetar y confiar, y sin respeto y confianza simplemente no hay amor.

Relaciones basadas en celos y faltas de respeto están destinadas el fracaso. Os lo aseguro 


En resumen, aunque podria añadir algunos puntos más, desde mi punto de vista estos son los siete puntos clave para que una relación de pareja pueda funcionar a largo plazo y ser satisfactoria para ambos miembros de la pareja.

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