Vientres de alquiler


Medios de comunicación, liberales, empresas buitres y progres, defendiendo la GS, es decir, convertir en mercancía el cuerpo de mujeres. Vender como moderno convertir a mujeres pobres en vientes alquilables para ricos. Convertir a mujeres pobres en incubadoras de los ricos, privadas de libertad sobre su cuerpo por dinero es una muestra de misoginia y clasismo puro. Y luego que el ricachón que ha esclavizado tu vientre decida que no le gusta el producto:
    
Donde pone gestante, es una mujer pobre obligada a esto por necesidad, tratada como máquina de crear hijos.
    
Niños y mujeres convertidos en productos de compra y venta. Capitalismo criminal.
    
La GS es la forma de tener hijos de los ricos de obreras como en los 70 lo era el robo de bebés. Menudo "avance".  Ya hay hasta entidades financieras creando préstamos para la GS. Pero eh, es "libertad".

"De profesión, preñada: Neoliberalismo y reproducción"  por larepublica.es


La organización de la procreación y la filiación de los hijos e hijas al grupo es un inmenso campo de estudio que cuenta con las aportaciones de disciplinas como la antropología, la historia o el derecho. La conformación de lo que llamamos familia presenta una gran diversidad tanto si nos movemos en el espacio como en el tiempo. Las familias extensas características de las sociedades agrarias, por ejemplo, experimentaron un gran cambio con la industrialización, dando lugar al modelo de familia nuclear.
También fruto de la industrialización y los consiguientes cambios socio-económicos, la tecnología ha experimentado una gran transformación en todos los campos. La biotecnología y las técnicas de reproducción asistida han permitido a muchas mujeres y parejas poder sortear las dificultades de la concepción. Si bien esto puede ser considerado positivamente, lo cierto es que la aparición de estas nuevas técnicas en la actual fase del capitalismo neoliberal conllevan nuevas formas de explotación del cuerpo humano – que no de su fuerza de trabajo -, y especialmente del de las mujeres.
Un ejemplo de estas nuevas formas de explotación lo encontramos en la mal llamada donación de gametos; óvulos en el caso de ellas, y espermatozoides en el de ellos. Si bien la donación de esperma se puede realizar de forma de sencilla, en el caso de la extracción de óvulos es bastante más complicado. Muchas mujeres jóvenes ven en la donación – venta, en realidad – de óvulos una forma de conseguir una cantidad de dinero nada despreciable en el actual contexto de precariedad. Así, muchas deciden someterse a estimulación y punción ováricas, lo que supone una fuerte medicalización de su cuerpo durante todo el proceso.
Con el aumento de las tasas universitarias, las clínicas – privadas – de reproducción asistida han visto en los deseos de estudiar de las mujeres con pocos recursos una mina ovárica para sus lucrativos negocios. En algunas universidades públicas estas clínicas ofrecen información animando al alumnado a venderles sus gametos; utilizando como anzuelo la compensación económica, evidentemente muy inferior a sus beneficios.
La extracción de óvulos y otras biotecnologías se han combinado para dar lugar a otra forma de explotación del cuerpo de las mujeres. La fecundación in vitro de los óvulos extraídos hacen posible la implantación del embrión en el útero de otra mujer, que recibe compensación por ser la gestante. Así, por un lado tenemos a una “donante” de óvulos que aporta el material genético; y por el otro, un mujer que ejerce de vientre de alquiler que gesta y pare un bebé con el que no comparte ninguna relación a nivel genético. ¿Cuál será, entonces, la adscripción al grupo de este criatura subrogada? O en otras palabras: ¿quiénes serán considerados su padre, madre y familiares? Pues, sencillamente, la pareja que haya pagado por ella y por los costes del proceso biotecnológico, lo que incluye el pago a la donante del óvulo – en caso de ser requerido – y a la gestante subrogada.
De este modo y como producto de los avances tecnológicos en el actual contexto neoliberal, asistimos a una nueva forma de organización de la procreación que, al dividir entre distintas personas la participación biológica en la creación de la criatura, hace que sea el dinero aportado por parte de la pareja demandante lo que le confiere la calidad de miembro de la familia.
Tanto la venta de óvulos como la maternidad subrogada – así como la prostitución – son presentadas actualmente como formas aceptables para las mujeres en situaciones precarias de conseguir ingresos. Así, las más pobres se ven abocadas a mercantilizar sus óvulos, su capacidad reproductora o su vida sexual. Grandes industrias se han erigido sobre las malas condiciones económicas de las mujeres, que en mayor medida – sobre todo en época de crisis – son expulsadas del mercado laboral y relegadas a los puestos más bajos y peor remunerados. En el mundo, son pocos los países que conciben la maternidad subrogada como una actividad altruista, siendo también los países con menor oferta de gestantes, lo que impide la proliferación del negocio. Dependiendo del país y de la experiencia de la gestante, ésta recibirá una compensación económica de entre 10.000€ y 40.000€.
Hasta hace poco, los dos destinos internacionales para la contratación de madres subrogadas eran Tailandia y la India, debido a los bajos precios y a un vacío legal, que convirtieron el cuerpo de indias y tailandesas en un verdadero negocio. Tailandia modificó la ley en 2015, estableciendo que la gestante deberá ser familiar de uno de los dos futuros padres, y que lo hará de forma totalmente altruista. La ley no permite, además, la intervención de agencias en el proceso; y también prohíbe expresamente que personas extranjeras contraten madres subrogadas, destacando como principal motivo el negocio mundial en el que se estaba convirtiendo esta actividad. Cualquier violación de esta nueva ley supone una pena de 10 años de cárcel y multas de 5.400€. Un caso similar es el de la India, donde actualmente hay una propuesta de ley que, de ser aprobada, solo permitirá la gestación subrogada altruista a matrimonios indios, y la gestante deberá ser igualmente una familiar cercana.
Los destinos estrella para gestación subrogada para personas o parejas españolas son Rusia y Ucrania. En Rusia está permitida a parejas heterosexuales y madres solteras, y el coste es de 35.000 a 45.000€. La compensación económica que recibe la gestante es de entre 10.000 a 15.000€. Si está casada, necesitará el consentimiento del marido; y en caso de que así lo decidiera, podrá quedarse con la criatura. En Ucrania, por el contrario, donde el coste es de 28.000 a 40.000€, la gestante tiene prohibido reclamar la maternidad, y sólo pueden ser contratadas por parejas heterosexuales. Además, se permite la selección del sexo mediante diagnóstico genético preimplantacional (DGI). En países como Grecia está prohibido por ley que la gestante cobre más de 12.000€, más o menos lo mismo que cuesta la agencia intermediaria, que cobra entre 8.000 y 12.000€.
Los EEUU son muchas veces presentados como el “elixir de la gestación” por quienes defienden la maternidad subrogada, seguramente ignorando las condiciones y restricciones específicas de cada estado. Nevada, Texas, Arkansas, Florida y algunos otros permiten la gestación por jurisprudencia o por ley; no únicamente la altruista, sino también la comercial. Otros estados como Alaska, Colorado, Carolina del Norte o Idaho no tienen ninguna ley al respecto, pero se muestran favorables a ella. El coste suele ser de entre 80.000 y 150.000€; y la compensación económica de la gestante, de entre 10.000 y 30.000€, aunque no existe un máximo legal como en otros países. En Arizona, Michigan y Nueva York la gestación subrogada constituye un delito penal que supone multas y penas de cárcel.
Exceptuando la provincia de Quebec, única provincia donde no se puede realizar, Canadá es un destino más económico que EEUU, siendo el coste de entre de 45.000 a 60.000€. La maternidad subrogada está permitida para todos los modelos de familia, independiente de su condición sexual o existencia de pareja. Sin embargo, además de una serie de restricciones, está prohibido que la gestante reciba compensación económica, y su finalidad ha de ser completamente altruista. Esto dificulta enormemente la búsqueda de candidatas.
Sin compensación, los gastos se reducen considerablemente, pero también se reduce drásticamente el número de mujeres dispuestas a ejercer de gestantes subrogadas. Todo esto lleva a pensar que la maternidad subrogada, así como la venta de óvulos como actividades económicas, se nutren necesariamente de la pobreza de las mujeres en todo el planeta; tanto en el primer mundo como en los países donde este negocio se deslocaliza para ofrecer precios más competitivos a padres y madres demandantes, muchas veces originales del primer mundo. Es la correlación de fuerzas entre clase sociales a nivel mundial, por tanto, la que configura la maternidad subrogada, posible gracias a la biotecnología, y que prácticamente desaparece cuando el altruismo entra en la ecuación. Al fin y al cabo, parece que las mujeres no están dispuestas a hacer pasar su cuerpo por un embarazo sin que las empuje una verdadera necesidad económica. Es por esto que resultan enormemente cínicas o ridículas aquellas personas que, incluso bajo una apariencia feminista o socialista, pretenden convencernos de que la maternidad subrogada puede ser una actividad inocua dentro del actual contexto de desigualdad estructural de clase, género y nacionalidad.
En España, la maternidad subrogada también ha irrumpido recientemente en el debate político. Después de la decisión de Ciudadanos y su presidente Albert Rivera de impulsar una legislación sobre maternidad subrogada, con puntos como “la irreversibilidad del contrato” o la posibilidad de “compensación económica a la gestante”, se han podido oír distintas voces al respecto. Si bien esta cuestión divide a PSOE y PP, este último partido aparcó la cuestión en su XVIII congreso de hace pocos días, alegando que es necesario entrar en el fondo de la cuestión. En cuanto a Podemos, ya hemos escuchado a algunos de sus miembros hablar en favor de la regulación, como es el caso de Íñigo Errejón.
Es fácil deducir que los cuatro partidos principales citados arriba, liberales en cuanto a sus políticas económicas, probablemente terminen aceptando el hecho de que el cuerpo de las mujeres pobres sean convertidos en incubadoras humanas, eso sí, en virtud de la libre elección y contratación entre las dos partes. El neoliberalismo ha entrado literalmente en nuestros cuerpos a través a de la biotecnología, y probablemente las principales formaciones políticas de esta democracia burguesa sean más partidarias de hacer que permanezca en ellos para beneficio del capital. Las feministas debemos estar alerta.
Por cierto, los progres que defienden la GS ¿que opinan de que la gestante no tenga derecho al aborto? Porque no es libre. El cuerpo de las obreras no es una mercancía que puedas comprar para tus caprichos, como tampoco lo sería un órgano. La única GS sería aquella donde no hubiera dinero de por medio. Siempre que lo haya, no habrá libertad sino NECESIDAD.   
Página de GestLife vía @BlemcomM. Flipad en colores. Porque esto es lo que defienden esta gente:
    
Se atreven a usar a los niños para protegerse hablando de surrofobia. O a llamar "falsas feministas" a las feministas que se oponen a esto. Un comunista jamás estigmatizará a las víctimas (niños, mujeres). Sino a los que se lucran y defienden que la mujer y su vientre se vendan ¿Queréis ver anuncios en la TV tales como Cofidis diciendo que te ofrece 30000€ para un coche, una casa, un viaje o un bebé?¿Eso? 
Aquí tenéis un país donde la gestación subrogada es completamente libre. EEUU: Reportaje TVE: "Niños desechables": https://t.co/dbqBKYdo8o
Leo esto y no puedo reprimir mi asco ante los que están defendiendo esta mierda como avance. La "libertad de gestar"... O renuncias o te hacemos renunciar a tu hijo... 
    
Dejad de llamar libertad a lo que será pura y dura explotación de las mujeres.    

"Los vientres de alquiler: la cara más brutal del ‘gaypitalismo’". Por @RaulSolisEU 


"Soy gay. Lo especifico porque, teniendo como tengo infinidad de círculos sociales en los que participan hombres homosexuales, no sabía que el tema de los vientres de alquiler o gestación subrogada era tan trending topic para los gays. Es más, hace sólo seis meses no conocía a nadie que quisiera ser padre por medio de este modo encarnizado. Conocía a famosos ricos, pero no a gays normales con los que yo me relaciono.
Sin embargo, desde hace unos meses, una marabunta de hombres homosexuales, casi siempre organizados a través de entidades LGTB subvencionadas con dinero público para trabajar por la igualdad de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales y no para defender la compra y venta de mujeres como método de inseminación artificial, están haciendo una tournée mediática para convencer a la sociedad de que regular los vientres de alquiler -ellos lo llaman “gestación subrogada”- es ir a favor de la tolerancia sexual, de la igualdad. Por tanto, oponerse a los vientres de alquiler, según este lobby de gays ricos, es ir en contra del colectivo homosexual y situarse del lado de la jerarquía eclesiástica.
Llevo meses viendo perplejo cómo hombres gays y representantes de entidades LGTB están intentando hacer ver a la sociedad que los gays en su conjunto creemos que tenemos algún derecho a ser padres comprando el órgano reproductor de una mujer pobre. Mi perplejidad transmuta en indignación cuando pienso en la maldad que encierra que haya entidades gays que defiendan esta macabra manera de ser padres.
Históricamente, han sido las mujeres quienes primero dieron refugio a los homosexuales cuando el destino turístico de los gays eran las cárceles incruentas, cuando vivir en libertad significaba ser expulsado de casa con una paliza de dote y el mundo del espectáculo y la prostitución eran las únicas salidas laborales si querías zigzaguear la marginalidad.
Fueron las mujeres las primeras aliadas de los homosexuales. Fue el feminismo quien nos acompañó a las primeras manifestaciones en los 80 y 90 por la igualdad de derechos y el matrimonio igualitario. Fueron ellas quienes protegían a sus hijos homosexuales para evitarles una paliza. Fueron las mujeres quienes defendieron en el Congreso nuestro derecho a casarnos, a ser ciudadanos de primera, y quienes más presión hicieron dentro de los partidos progresistas para que finalmente España tuviera una ley de matrimonio y adopción de las más avanzadas del mundo.
A pesar de todo esto, muchas entidades LGTB han olvidado demasiado rápido y, en cuanto han tenido la primera oportunidad, se han situado contra las mujeres y el movimiento feminista, porque su deseo a ser padres está por encima del derecho de las mujeres sobre su cuerpo. Alega este ‘absurdismogay’ militante que el hecho de que una mujer acepte preñarse para que un hombre rico sea padre es un acto de libertad, prostituyendo el significado de una palabra tan solemne y hermosa como libertad.
De tanto creer que la libertad consiste en decidir si queremos una camisa de Zara roja o verde, muchos activistas gays han olvidado que la libertad no es un hecho individual sino un compromiso colectivo con el bienestar y la dignidad de nuestra sociedad. Es decir, que haya gente que acepte un trabajo de 10 horas al día por debajo del salario mínimo es un acto de necesidad, pero en ningún caso de libertad. No es libertad porque aceptando cobrar por debajo del salario mínimo está legitimando que los empresarios rebajen los salarios a otro trabajadores que ganan sueldos más altos. Si la libertad se usa para asesinar, empobrecer, violar derechos humanos o convertir a las personas en objetos, es salvajismo y no un derecho.
El capitalismo salvaje nos trata de convencer de que las mujeres son vendibles y comprables, despojándolas de su valor comos seres humanos y lanzando un mensaje de que, como son cosas, cualquier violencia sobre ellas es comprensible, legítima, socialmente aceptable y legislativamente regulable. Y las asociaciones gays, en lugar de defender a quienes fueron sus primeras aliadas, las mujeres, se ponen del lado del sistema capitalista que sólo acepta la diversidad y los derechos mediante tarjeta de crédito. Para echarse a llorar.
En España ya se puede tener un hijo por gestación subrogada voluntariamente sin necesidad de modificar la ley. Una mujer se puede quedar embarazada y dar a su hijo en adopción. La ley se quiere modificar para introducir los contratos mercantiles en esta práctica y convertir a las mujeres en vasijas. ¡Qué no te engañen!
Quien quiera vender la explotación y compra y venta de mujeres que lo haga en su nombre pero, por favor, no en el nombre de los gays, que somos millones, diversos y no todos hemos abrazado el gaypitalismo, la desmemoria y el salvajismo. Yo no sería capaz de explicarle a mi hijo que lo obtuve aprovechándome de la necesidad de su madre, comprando su útero, poniendo su cuerpo a prueba con un embarazo de nueve meses y firmando una cláusula en un contrato mercantil por la que, si el producto no me hubiera convencido, tenía el derecho a devolverlo como se devuelven los productos que no nos convencen al llegar a casa. Yo no podría mirar a mi hijo a la cara para explicarle que lo compré como si fuera un producto de Zara.
Sirva esta columna para gritar bien fuerte que, como hombre gay, me niego a que se esté usando mi orientación sexual para defender que los homosexuales tenemos derecho a alquilar mujeres para satisfacer nuestros deseos de ser padres. No quiero que ser gay signifique indolencia, insolidaridad, desmemoria, misoginia e insensibilidad con las mujeres, especialmente con las más pobres entre las pobres, que serán las que venderán sus úteros para que los gays ricos puedan luego vender la exclusiva de la infamia en las revistas del corazón. ¡No en mi nombre!"
No sabéis el asquito que da que se vincule la defensa de la gestación subrogada al colectivo LGTB, como si todos pensásemos igual.  

"LAS MÁS DE 50 SOMBRAS GRISES DE LA GESTACIÓN SUBROGADA" Por Jordi García

"Llevo mucho tiempo retrasando este artículo. Y aún ahora, que empiezo a escribirlo, me apetece bastante poco. Sinceramente, no me parece que sea una prioridad ni algo tan importante para el colectivo como para estar sumergidos en tanto debate y tanta trifulca. Nuestro país aún no tiene una ley integral contra la LGTBfobia, el colectivo transexual sigue siendo tremendamente vulnerable. Así que la legalidad de la subrogación se me antoja algo importante, porque hay familias en una situación legal bastante esperpéntica; pero no prioritario. Y menos para nuestro colectivo; porque es un “problema” que mayoritariamente afecta a cierto sector privilegiado del colectivo gay (que no LGTB) pero sobre todo del heterosexual.
Dicho esto, para que no nos confundamos y aún sabiendo que mi punto de vista no es el más popular entre los gays que seguramente vais a leer esto, voy a ser muy claro: estoy a favor en muy pocos casos, estoy en contra de la inmensa mayoría. Lo fácil es posicionarse en el extremo, en el sí o en el no. Hablar de “la libertad de la mujer” o de lo de las “vasijas“. Pero lo cierto es que hay toda una escala de grises entre los que uno puede navegar. El problema con esto es que aquí hay demasiados tonos de gris.
Hace un tiempo un chico me escribió por Twitter cabreadísimo porque el sector feminista de Podemos estaba radicalmente en contra de la Gestación Subrogada. Hubo dos cosas que me chocaron mucho. La primera era que me escribiera como si yo pudiera hacer algo para cambiar eso, o más bien como si “debiera” hacer algo para cambiarlo; que por ser gay cómo no iba a estar a favor. La segunda era que yo no entendía el motivo por el que las feministas, de las que por cojones tengo que ser aliado -no concibo que alguien no lo sea-, estaban en contra cuando yo hasta ese momento me decantaba por estar a favor. Incluso había escrito artículos en esta web que lo demostraban y fui de los que se escandalizó por el manifiesto “No Somos Vasijas” publicado por un grupo feminista vinculado al PSOE. Pero hubo otra cosa que surgió de esa misma conversación que me chocó aún más: los partidos liberales de derechas, los que menos han hecho por mis derechos como ciudadano, son los adalides de la Subrogación en España. Y teníamos que evitar eso y convencer a los de izquierdas para que también la apoyen porque de repente la subrogación se había convertido en un derecho del colectivo gay.
En ese momento mi respuesta fue lo que te he dicho arriba: no me parece una prioridad. Pero eso no impide que hablemos del tema, evidentemente. Así que decidí investigar por qué chocaba con mis aliados (feministas y grupos de izquierda), y resultó que para entenderlo lo único que tenía que hacer era ver más allá de mi privilegio.
El otro día en Telecinco se montó un debate sobre la Gestación Subrogada que ya desde su concepción estaba mal planteado. No se puede promover un debate con una balanza de opiniones no equilibrada y en el caso de Sábado Deluxe no lo estaba. Al debate le precedía una entrevista a Kiko Hernández que hablaba de su caso. Se mencionó por ahí a Torito, a Ricky Martin, a Cristiano Ronaldo… (Por si no te has dado cuenta, son todos hombres en una situación económica bastante boyante). El esperpento fue ver el rótulo de “Kiko Hernández, padrazo“, cuando él mismo explicaba que tenía contratada a una interna 24 horas para encargarse de sus bebés. No sé la tuya, pero ésa no es mi definición de padrazo. Por supuesto no hubo debate. Hubo gritos, hubo argumentos (por ambos lados) mal planteados, hubo muy pocas ganas de escuchar al contrario, hubo demasiadas ganas de llevarlo todo al terreno personal y hubo muy poquitos momentos de lucidez. La mayoría vinieron por parte de Cristina Fallarás, que aunque pecó un poco de catastrofista, fue la única que aportó la visión realista de la Gestación Subrogada.
Voy a empezar diciendo algo que tengo clarísimo, que no todo el mundo entiende como yo y que es la base de todo este problema: ser padre no es un derecho. No lo digo yo sólo, también lo dice . El derecho de ser hijo, el deseo de ser padre. Sí, la Carta Internacional de los Derechos Humanos deja claro que todos tenemos derecho a formar una familia. Pero me parece estrambótico que después de haber luchado como lo hemos hecho para que se reconozcan todos los tipos de familia ahora ansiemos perpetuar la idea de que para ser una “familia de verdad” hay que ser padre biológico. Se puede ser padre y se puede formar una familia de muchas formas.
Para explicarme voy a utilizar el caso de Tamara Gorro, que era una de las que “debatían” a favor de la subrogación en ese programa.
Tamara Gorro no podía quedarse embarazada. Tras 18 tratamientos fallidos de fecundación in vitro, ella y su marido decidieron adoptar. Según contó, en España le era casi imposible (a pesar de que, en su situación económica, su núcleo familiar es ideal para una adopción). No ignoremos, por cierto, que gente con menos posibilidades que Tamara y su marido han adoptado en España. A su lado tenía una: Pilar Rahola. Tamara explicó que ella colabora con varios orfanatos en Portugal y que en una visita se estableció un vínculo afectivo con una niña. La niña quería que la adoptara y ella quería adoptar a la niña, pero las autoridades (evidentemente) le dijeron que tenía que pasar por el proceso normal. Lo curioso de su argumento fue que en ese momento vino a decir que ella entendía perfectamente que tenía que pasar por ese proceso, que sabía que iba a ser complicado, “Así que me fui a Rusia“.
De golpe, sin explicar por qué: Tamara Gorro se fue de Portugal a Rusia. El vínculo con la niña dejó de ser importante y cambió de país. ¿Sabes por qué no explicó esa decisión? Porque sólo había una explicación: era más fácil. El deseo de ser madre de Tamara Gorro se antepuso al derecho de la niña portuguesa a ser hija. Al final Tamara no pudo adoptar tampoco en Rusia, así que se fue a lo siguiente más fácil -para ella-: una madre subrogada en Estados Unidos. (Probablemente invirtió el mismo tiempo y esfuerzo que le habría costado adoptar a la niña portuguesa, por cierto).
Ni Tamara Gorro, ni Kiko Hernández, ni Pilar Rahola -que es madre adoptiva-, cedieron un minuto de su tiempo para denunciar las trabas del proceso de adopción en España. “¡Es que es casi imposible!” decían, “¡Se tarda años!“, “¡Tampoco es gratis!“. He leído una entrevista a una madre por subrogación enfadada porque en los Servicios Sociales le dijeron que “la adopción está pensada para satisfacer las necesidades de los niños“. ¡Qué escándalo! Pero mira, nadie está hablando de eso. Nadie monta organizaciones para denunciar lo difícil, costoso y largo que es adoptar a niños que ya han nacido y no tienen familia -o al menos, no se las sienta en televisión a debatir-; nadie parece sufrir por la discriminación de base que sufren esos niños que están ahí, esperando que alguien les dé una familia. Lo que nos querían decir era que aceptemos que adoptar es un imposible y que en lugar de centrar nuestros esfuerzos en abaratar y simplificar eso para que no haya niños fuera del sistema y para que puedan recibir el amor de parejas que no pueden ser padres de forma natural nos pongamos a regular una situación minoritaria que, en la mayoría de los casos, ha supuesto una transacción económica. Porque cuando tienes dinero todo es más fácil.
Por más vueltas que le doy sólo encuentro un argumento que explica por qué pasa eso. Por qué no hay famosos en televisión denunciando que les es imposible adoptar. Por qué Ciudadanos monta charlas sobre la gestación subrogada pero no para hablar sobre la mejora y el fomento de las adopciones. Por qué el PP está en la misma sintonía. Y todo pasa por una sencilla razón: porque en las adopciones -en España- no hay negocio, pero en la gestación subrogada sí.
Para ayudarse en esa lucha por legalizar la subrogación se están esgrimiendo argumentos que a mí me producen mareo como el que los niños subrogados son discriminados en los colegios. Tamara Gorro enseñó un titular (de un blog gay) con el testimonio de un padre a cuyo hijo le decían en el cole que era “alquilado“. “¡Por eso no tenéis que decir vientre de alquiler! ¡Le hacéis daño a nuestros hijos!“. Incluso he visto por twitter a varios chicos gays hablar de “subrofobia“. Luego te vienen con que es que quieren ser padres porque tienen mucho amor para dar; pero no les vas a ver luchando con el mismo ahínco para poder darle ese amor a un niño ya mayorcito o a uno que no tenga sus mismos ojos. Han decidido que la adopción es imposible. Punto. Porque la adopción, sorpresa, no se puede comprar/alquilar/subrogar.
Por más que leo, por más que intento convencerme de que es algo bueno, lo único que veo siempre, siempre, siempre detrás de cada caso de subrogación que me encuentro en las redes es… dinero. ¿Y me parece mal que una mujer gane dinero porque decide libremente ser madre por subrogación? No. Eso me parece estupendo. Lo que me preocupa es el precedente que plantea esa situación, es el negocio multimillonario que se genera cuando la mujer toma esa decisión y que, más pronto que tarde, acaba absorbiendo también a las mujeres que no tienen tanta libertad para decidir.
Tamara Gorro se llenó la boca de repetir que su gestante era una chica con estudios universitarios, en una situación económica más que decente, que no necesitaba el dinero (pero lo cobró) y que lo hizo de forma altruista. Por ayudar (cobrando). Porque ¿qué tiene de malo que una mujer cobre por “ceder” su vientre para una subrogación? Lo curioso es que, a pesar de decirte esto, los que están a favor de la subrogación te dicen que no lo llames “vientre de alquiler“, que es peyorativo. Pero si estás pagando a una mujer para que sea tu gestante ¿cómo lo llamamos sino vientre de alquiler? ¿Por qué si busco “gestación subrogada” en Google se me llena la pantalla de empresas (sí, empresas, no ONGs) que parece que estén vendiendo un producto? Todo son mensajes positivos, garantías, oportunidades, prestigio, seguridad, sueños, “paquetes cerrados“. No del derecho del niño a ser hijo, sino del “tuyo” a ser padre. Alguna incluso utiliza el término “vientre de alquiler” (porque si es marketing entonces no es ofensivo, claro).
Dicen los que están incondicionalmente a favor que lo que hay que legislar para que la subrogación sea legal en España son tres cosas: que la gestante no tenga derechos sobre el bebé, que no tenga una necesidad económica y que esté en uso de todas sus facultades para entender bien el proceso. Como no soy psicólogo ni me he quedado embarazado no te puedo hablar sobre el vínculo que se crea entre una gestante y el bebé. Pero sí tengo amigas que me han dicho que serían incapaces de gestar voluntariamente el bebé de un amigo o un familiar y luego olvidarse de esa relación. Curiosamente con esa misma amiga charlaba un día sobre donarle mi esperma para que pudiera ser madre y la conclusión por ambas partes fue un rotundo no. ¿Y si, aunque ahora no quiero ser padre, cuando vea al bebé quiero serlo? ¿Y si ella cree que debería ser padre aunque yo no quiera? Eso hoy por hoy está regulado, es cierto, pero el dilema está ahí -y el problema, si surge, no se evapora porque haya una ley-; así que me cuesta creer que en casos de subrogación (con personas cercanas, no con señoras de Wisconsin) no surjan los mismos interrogantes. Y eso me lleva al caso de, por ejemplo, Kiko Hernández. Él, que pudo ser padre ¿gracias a la generosidad de una señora de Estados Unidos que no le conocía de nada? ¿Una generosidad que se pagó con dinero? ¿De verdad pretende alguien que me lo crea? “¡Oh! Voy a ayudar a este pobre hombre soltero con dinero, aunque no le conozco de nada ni conozco sus circunstancias, a que sea padre porque le tengo un cariño infinito y daría mi vida por él!” Really? REALLY?
Evidentemente sí existen casos, que me los habéis contado, de chicos que tienen una amiga o familiar que les ha dicho que ellas gestarían a sus bebés si les hiciera falta. Faltaría ver qué ocurre cuando le digáis: “quiero hacerlo ahora“. Pero vale, hay casos de mujeres que se prestan voluntariamente a ser gestantes subrogadas. Pocas, pero las hay.
Ahora voy a plantearte una situación muy hipotética, muy rara, casi irreconocible. Ja. Imagínate que tu amiga gestante te dice que ella no te va a cobrar nada, pero que como mínimo le pagues los gastos médicos. Reino Unido utiliza ese modelo: está prohibido que la madre por subrogación reciba una compensación económica, sólo se cubren los gastos médicos. Además la madre por subrogación ha de renunciar a la patria potestad del recién nacido en favor de los padres expectantes. ¿El resultado? . Pero volvamos con tu amiga. Probablemente tenga un trabajo; tendrá que coger la baja. Incluso puede perder el trabajo por quedarse embarazada. Así que además de pagarle los gastos, tú que tienes dinero suficiente piensas en pagarle una cantidad por las molestias, porque oye ¿por qué está mal eso? Pues no sé. Veamos, ¿cuánto le pagas? ¿Cómo cuantificas el “trabajo” de tu amiga y, por ende, a tu bebé? ¿10.000€? ¿15.000€? Imagina que decidís que 10.000 está bien. Aquí ya puedes tirar por la ventana lo del “altruismo“: en el momento en que se plantea pagar “por las molestias” no hay altruismo que valga. El altruismo, por cojones, implica una molestia.
Pero antes de empezar el proceso (que no son 9 meses y ya está, arreglado) tu amiga duda un poquito. Tú ves venir el problemón, pero quieres ser padre porque tienes “derecho” y piensas que… total, si vas a pagar ¿por qué pagar 10.000? ¿Por qué no pagar 9.000? A lo mejor hay otra amiga que necesita más el dinero y no tiene que dejar de trabajar y por 9.000 acepta. Libremente, eso sí. Bueno, es que incluso si te vas a Ucrania te puede salir mucho más barato y oye, que encima le estás haciendo un favor a una mujer que necesita muchísimo más el dinero.
Pum. Capitalismo. O, como decía Shangay Lily: gaypitalismo.
Es una hipótesis, no digo que todos los casos de subrogación ocurran así. Pero si hacemos un repaso a las asociaciones de padres por subrogación ¿cuántos han pagado por tener esos hijos? Independientemente de que la gestante lo necesitara o no lo necesitara: ¿cuántos niños han nacido por subrogación en procesos 100% altruistas? ¿Cuántas entrevistas hay hechas a padres por subrogación que explican cómo se han endeudado hasta las cejas para tener sus hijos? ¿Y cuántos no se han endeudado? Al final del debate en Telecinco una defensora de la subrogación preguntaba a los detractores si estarían a favor de que se legalizara de forma altruista, y se oyeron bastantes síes. Lo que nadie le preguntó a esa mujer era si ella estaría a favor de, una vez legalizada la subrogación en España, prohibir buscar gestantes en el extranjero.
Me voy a atrever a contestar yo: te dirán que no. Te dirán que claro, que las trabas burocráticas. Que claro, que en otros sitios es más fácil. La subrogación en España se volvería tan complicada como la adopción (como ocurre en Reino Unido) y empezarían las dudas sobre las garantías, las seguridades, los éxitos, los “paquetes cerrados”. Todo lo que una empresa te ofrece y el sistema público no. Y viendo que aunque todos digan que su primera opción era la adopción pero nadie se ha puesto a pelearse por conseguir un proceso más sencillo que favorezca al menor que tiene derecho a ser adoptado, dudo que renegaran a su “derecho” a irse fuera a buscar una gestante. Para simplificarlo todo. Por amor a los niños (los que no han nacido, los que ya han nacido que los adopte Madonna).
Hay una parte que encuentro muy cínica en los argumentos a favor y es cuando, por ejemplo, Tamara Gorro insiste en que su gestante no tenía necesidad de ganar dinero (pero lo ganó). Tú, Tamara, tuviste el privilegio de poder encontrar a una gestante que no necesitaba tu dinero (pero lo cobró); del mismo modo que yo puedo encontrar a un chico que se prostituya porque disfruta de su trabajo (por el que gana dinero). Pero eso no puede servir para invisibilizar la dura realidad de la gestación subrogada o la prostitución: que en la inmensa mayoría de casos son mujeres a las que se fuerza a ello. Puede ser una fuerza resultante de la trata de mujeres, de una sociedad de consumo, de un ambiente familiar, de una economía empobrecida. Y la única forma de luchar contra eso es legislar únicamente la gestación altruista EN EL PROPIO PAÍS, asegurando los derechos de todas las partes implicadas (sobre todo los del bebé) y prohibir cualquier tipo de transacción económica (salvo los gastos médicos). Dejar la puerta abierta a subterfugios para “simplificar” el proceso, es dejar la puerta abierta a la explotación.
Es decir: ¿los españoles vamos a Ucrania a buscar madres subrogadas porque las mujeres ucranianas llevan en sus genes el altruismo hacia la infertilidad española? No. Vamos a Ucrania porque es más barato que ir a Estados Unidos. Y las mujeres ucranianas no gestan a nuestros bebés porque les encante, porque sea una experiencia maravillosa, lo hacen porque necesitan ese dinero que estamos dispuestos a pagarles. El proceso ha pasado a crear un sistema en el que un privilegio se impone sobre la necesidad. No hay igualdad de condiciones, porque en igualdad de condiciones no es tan fácil encontrar gestantes altruistas.
Leía en Twitter a alguien argumentar por qué el debate de la gestación subrogada es tan actual, y por qué no es casual que surja en un momento en el que prácticas aberrantes como el robo de bebés o la venta de infantes están erradicadas en Europa. El problema de la gestación subrogada, en su inmensa mayoría, es que se trata de la clase privilegiada imponiendo las reglas del mercado a la clase menos privilegiada. Por supuesto que hay casos de altruismo, pero son casi inexistentes; y el altruismo se puede regular sin necesidad de regular todo lo demás; y ese “todo lo demás“, que no te engañen, es lo que el capitalismo quiere regular. Por que ahí hay negocio. Negocio como el que hizo la madre subrogada de Kiko Hernández, o la de Tamara Gorro. ¿Altruismo con dinero de por medio? Es tan altruista como donar a una ONG que ni sabes lo que hace porque desgrava.
Así que con todo eso sobre la mesa lo siento pero no, no puedo estar a favor de la gestación subrogada en los términos en los que muchos queréis que esté. La única subrogación éticamente válida para mí es aquella en la que no hay ningún tipo de transacción económica salvo la que cubre los gastos derivados del embarazo. Y espera que te veo venir: por supuesto que estoy a favor del derecho a decidir de la mujer. No tengo que hacer malabarismos para estar en contra de la gestación subrogada y a favor del aborto: ambas cosas van de la mano. A ninguna mujer se le paga por abortar; a la libertad de la mujer no se le puede poner un precio.
Probablemente el chico que me escribió por Twitter está decepcionado al ver que no voy a ser yo el que intente convencer a PSOE o a Podemos de que cambien su posturafrente a la gestación subrogada. No puedo hacerlo, porque no puedo estar a favor de legalizar algo con tantísimas zonas grises; una práctica que antepone el deseo de ser padre a todo lo demás. Ni siquiera regulando hasta la última coma. No puedo defender que la mujer reciba dinero por gestar a un bebé sabiendo que abrir esa puerta implica dejar paso a las normas del mercado capitalista (el mismo que vende semen a la carta) para regular algo que debería estar tan protegido como la infancia, el parto o la propia paternidad. No puedo decirte que me parece una buena solución, sabiendo que crea más problemas.
Pero, sobre todo, no puedo permitirme el lujo de partirme la cara para afianzar aún más nuestros privilegios; cuando hay tantísima gente en el mundo y dentro de nuestro propio colectivo que necesita que los olvidemos de una vez por todas."
De la misma forma que usar la libertad para defender la esclavitud sería repugnante, también lo es para defender el alquiler de vientres. Antes la burguesía robaba los hijos de las mujeres pobres. Ahora da un paso adelante, quieren que se los fabriquemos. Tu deseo de ser padre termina donde empiezan los derechos humanos. Se inventan derechos cada vez más rocambolescos (asistencia sexual y reproductiva) para conculcar derechos humanos elementales. No aceptéis que os cuelen el control sexual y reproductivo de la mujer ejercido por el patriarcado como "opción" mercantil. 

"Las secuelas psicológicas para el bebé en la gestación subrogada" Por Ibone Olza 


La gestación subrogada parece estar de moda. Es una nueva alternativa a la maternidad/paternidad que supone que el bebé es gestado por una mujer que no lo va a criar y que, a cambio, recibe un ingreso económico.
Más allá de los sentimientos de los padres y de la ética del "negocio", no podemos pasar por alto todo lo que implica para el recién nacido, los riesgos y los graves efectos psicológicos.

Maternidad subrogada: cómo afecta a los bebés

Tabula rasa. La idea de que los recién nacidos son como una tabla de cera en la que todo está por escribir es muy antigua, ya lo pensó Aristóteles. De hecho, durante siglos los científicos de la época, es decir, los filósofos, debatían al respecto de si al nacer el ser humano posee algún tipo de conocimiento o no.
El tema se zanjó definitivamente en el siglo XX con el desarrollo de la tecnología que permitió comprender el desarrollo embriológico y ver las reacciones de los bebés a diferentes estímulos desde momentos muy tempranos del embarazo.
Ahora sabemos que hay respuesta a la sensación dolorosa desde la semana 25 del embarazo, respuesta visual y preferencia por caras humanas desde la semana 26 y capacidad auditiva similar, y respuesta olfativa clara desde la semana 29.

¿Cómo influye en el bebé lo que siente su madre en el embarazo?

Los bebés en el útero perciben su ambiente y les afecta, enormemente, todo lo que vive y siente la madre.
Los estudios además han confirmado lo que se llama “teoría de programación fetal”, es decir, que durante algunos momentos del embarazo hay sistemas biológicos del bebé que quedan “programados” para dar una respuesta de por vida a un tipo de ambiente externo.
La construcción de la psique comienza en el embarazo, con el vínculo prenatal, y el neurodesarrollo del bebé está muy condicionado por el estado emocional de la madre, más aún si consume alcohol, tabaco u otros tóxicos.
Todos estos estudios e investigaciones confirman efectivamente que lo que se vive en el útero deja una huella que durará de por vida y que en muchos aspectos condicionara la salud física y emocional. Es decir, que el bebé y su cuerpo recuerdan la vida intrauterina.

¿Y qué pasa si lo separan de su madre?

Lo mismo podemos decir del nacimiento: cada vez es mayor la evidencia que demuestra como ese viaje que supone salir del vientre materno queda profundamente grabado en la psique y en el cuerpo.
Toda una serie de mecanismos neurohormonales hacen que nada más nacer los bebés esperen encontrarse con su madre, reconocerla, olerla, mirarla a los ojos, e idealmente, iniciar la lactancia.
Condiciona en muchos aspectos su desarrollo cerebral lo que vive en el embarazo, en el parto y en los primeros días. Deja una huella muy importante en su vida psíquica. Por todo ello cuando hablamos de gestación subrogada es imprescindible ponernos en la piel del bebé y hacernos las siguientes preguntas:
  • ¿Cómo le afecta al bebé lo que viva y sienta la gestante?
  • ¿Cómo le afectará ser separado de su madre nada más nacer y despedirse de ella definitivamente?
El bebé gestado por subrogación, al igual que todos los de nuestra especie, espera encontrarse al nacer con la mujer que le ha gestado y que para él es su única madre. Espera ser amado y criado por ella.

La herida primal: el trauma de la separación

Ser separado de la madre nada más nacer y probablemente no volverla a ver suponen un trauma y una pérdida enormes: equivalentes a que su madre muera en el parto.
“Lo peor que le puede pasar a un recién nacido es que le separen de su madre”
Esta frase del neonatólogo Nils Bergman, investigador referente a nivel mundial, sintetiza muy bien toda la evidencia científica actual que demuestra lo doloroso que es para los bebés ser separados de su madre nada más nacer.
Las consecuencias son más dañinas y las secuelas más graves, obviamente, cuanto más prolongada es la separación. Precisamente por toda esa evidencia, sólo situaciones de cierta gravedad médica justifican esa separación inmediata.
Es lo que llamamos la herida primal. Muchos de los niños que han sido adoptados sufrieron esas separaciones tempranas y traumáticas de la madre lo que a veces favorece trastornos del vínculo o alteraciones muy graves de la conducta en la infancia o adolescencia que pueden ser muy difíciles de tratar: suelen ser precisos años de terapias.

Adopción vs subrogación

Hay una mayoría de niños adoptados que crecen saludablemente y sin secuelas del abandono inicial, pero también hay una minoría que sí tiene dificultades muy severas y graves trastornos de conducta, independientemente de cuanto les quieran y cuiden sus familias adoptivas.
Pero la adopción y la subrogación son dos situaciones muy diferentes. El abandono o rechazo que precede a la adopción, es decir, que una madre (¡y un padre!) abandonen o no se hagan cargo de su bebé, es algo que, al hijo-a “le pasa”. Por el contrario, que alguien decida gestar un bebé en el vientre de una madre de la que le separarán nada más nacer es algo que “le hacen”.
En el primer caso, adopción, la familia adoptiva repara ese daño aceptando y queriendo al bebé.
En el segundo, subrogación, es la propia familia la que decide hacer pasar al bebé por ese embarazo y parto con separación posterior negando el daño que todo eso puede causar, poniendo por encima su presunto derecho a ser padres.
Al bebé le afectará enormemente cómo viva psicológicamente la gestante el embarazo. Es difícil imaginar lo que pueda vivir un bebé gestado por una mujer que lo hace por su situación de pobreza.
Incluso en los casos de gestación “altruista” como Canadá hay gestantes que expresan “disfruté mucho del embarazo, pero nunca sentí una conexión maternal”. ¿Quién puede pensar que eso no afecta al desarrollo del bebé?

Mucho más que perder una madre

La gestación subrogada supone infringir una herida psíquica enormea un recién nacido: separarle de la madre que lo gestó, y mantener la separación.
Además, se programa el parto o se realiza una cesárea en la mayoría de los casos, para favorecer que estén presentes los padres que han “contratado” la subrogación.
El bebe no se va a beneficiar de un parto espontáneo, no va a tener piel con piel con la madre, no va ser a amamantado…Supone toda una suma de pérdidas con muchos riesgos y posibles efectos adversos en la salud a muy largo plazo.
La memoria corporal no se podrá borrar, las sensaciones del embarazo y la ausencia de esa madre que le gestó perdurará de por vida
Desde el punto de vista del recién nacido la subrogación no solo es una agresión injustificable éticamente, además, es arriesgado y previsible que algunos de estos bebés puedan sufrir secuelas psíquicas y dificultades para los vínculos afectivos el resto de sus vidas.
Una madre de alquiler: "No volveré a hacerlo; es comprar y vender un niño": http://cadenaser.com/ser/2017/05/04/sociedad/1493919476_521345.html
La madre que pone el vientre de alquiler apenas se lleva parte del dinero de los contratantes de vientres y reconocen explotación.
De hecho, en Canadá, donde los vientres de alquiler se hacen de forma altruista sin cobrar NO HAY GESTANTES.  
  
    
Dejad de usar "gestación subrogada". ¿Llamarías a la esclavitud "subrogación personal"? VIENTRES DE ALQUILER y EXPLOTACIÓN de mujeres. Los que quieren ganar dinero vendiendo bebés y esclavizando a mujeres pobres necesitan que su negocio parezca más humano. NO LO ES.  Venden la basura de propuesta de VIENTRES DE ALQUILER como "altruista" cuando es falso. Y ellos mismos lo reconocen.

"Decálogo argumentativo para librarte de los defensores de los vientres de alquiler" 


  1. Las mujeres tienen derecho a decidir sobre su cuerpo…
Los defensores de la gestación subrogada o vientres de alquiler no defienden la libertad de las mujeres. La mujer gestante firma un contrato mercantil nada más quedarse embarazada y no cabe el arrepentimiento en el momento del parto. Ellos lo llaman “seguridad jurídica”, la de los compradores del útero de la mujer, evidentemente.
  1. Hay mujeres que lo quieren hacer por altruismo…
La gestación subrogada por altruismo en España ya existe: se llama adopción. Una mujer puede quedarse embarazada en España, cuando nazca el bebé lo puede dar en acogida a un amigo o familiar, posteriormente renuncia a la custodia del menor y se abre un proceso de acogimiento familiar que finalmente terminará en adopción.
  1. La adopción es muy lenta…
Cierto, lo es porque la adopción es un derecho de los niños y niñas y no de los adultos. El proceso es lento porque es garantista para proteger al menor. En cualquier caso, el proceso podría ser más dinámico pero qué casualidad que los pro-vientres de alquiler no hayan organizado un lobby para reclamar que sea más ágil el proceso de adopción, sino para que sea legal la compra y venta de mujeres pobres.
  1. Tenemos derecho a ser padres y madres…
El derecho a ser padres no está consagrado en ninguna Constitución ni en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Existe el derecho a crear una familia y de las mujeres a su libertad y dignidad, pero no el derecho a ser padres. Ser padre o madre es un deseo y, cuando a los deseos se les pone precio y sólo los disfrutan quienes más dinero tienen a costa de las mujeres más empobrecidas, se llama privilegio. Nadie dice que una pareja sin hijos no sea una familia. Y, por otra parte, la obligación de los sistemas democráticos es evitar que haya ciudadanos que puedan vivir con privilegios a costa de la explotación de las capas más humildes de la población.
  1. Si la gente vende su cuerpo para trabajar, ¿por qué una mujer no puede sacar dinero de su útero?
Bien sencillo. Los que estamos en contra de la explotación lo que queremos es ir sacando sectores de la explotación y no introducir un nuevo nicho de mercado, en este caso el útero de las mujeres. Dudo mucho que quienes argumentan este eslogan sean capaces de defender la creación de un grado universitario en el que las mujeres aprendan los códigos profesionales para ser unas óptimas madres gestantes por vientres de alquiler. Tampoco creo que nadie de quienes defienden la gestación subrogada o los vientres de alquiler esté pensando en mandar a su hija a estudiar este grado universitario de madre de alquiler que parece ser la profesión del futuro para salir de la crisis. O sí, vete tú a saber…
  1. Mi coño es mío y hago con él lo que me da la gana…
Este argumento también es usado por algunas mujeres para defender la regulación de los vientres de alquiler, mujeres como Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, Begoña Villacís, portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, o Inés Arrimadas, líder del partido naranja en Cataluña. Igual que hay gente que estaría dispuesta a trabajar 15 horas al día por sueldos de 400 horas y esta práctica está prohibida, es obligación de un estado comprometido con los derechos humanos prohibir que una mujer esté dispuesta a vender su útero. ¿Por qué? Porque no se le puede llamar libertad a la necesidad y porque si un trabajador acepta trabajar 15 horas al día por 400 euros de salario estará legitimando el empobrecimiento del resto de trabajadores. Mañana el empresario te llamará al despacho, a ti que tienes un salario digno y una jornada laboral de ocho horas, y te dirá: “Mire usted, que tu compañera trabaja más barato que tú. Te voy a despedir porque me sales muy caro, estoy en el ejercicio de mi libertad. Lo siento mucho, majete”. ¿Fácil de entender, verdad?
  1. Si dono sangre, por qué no puedo donar mi útero para gestar un bebé…
La donación de sangre es altruista; el donante y el receptor no se conocen, no hay un contrato mercantil por medio y el donante tiene oportunidad de arrepentirse en el último momento en el ejercicio de su libertad. En la gestación subrogada la mujer no tiene ningún derecho sobre su cuerpo durante los nueves meses de embarazo, reglados por un contrato mercantil con cláusulas bien definidas en las que ésta es propiedad de un padre y/o madre compradores hasta que da a luz al bebé y le es arrancado para nunca más verlo.
  1. El feminismo es que cada mujer haga lo que le dé la gana.
El feminismo es que ninguna mujer sea explotada, vejada, humillada, violada o ultrajada por su condición de mujer. Es cierto que el feminismo defiende la libertad, pero no la libertad de hacer lo que te dé la gana sin importar la dignidad de otras personas, sino una libertad comprometida con la sociedad en la que vives y que no sea a costa de denigrar a otros seres humanos. En las sociedades democráticas la libertad confronta con otros derechos fundamentales, como el derecho al propio cuerpo, a la imagen, al honor, a la dignidad y a la salud. Y preñar los cuerpos de las mujeres, mediante empresas de gestación subrogada que se hacen de oro a costa de explotar a mujeres pobres, es explotación y no libertad.
  1. La gestación subrogada es un reivindicación de las personas homosexuales y transexuales…
La reivindicación histórica del movimiento LGTB es la adopción, no la compra y venta de mujeres. Somos muchos los gays que nos posicionamos en contra de los vientres de alquiler porque no creemos que nuestro deseo de ser padres tenga que ser a costa de pagar entre 90.000 y 150.000 euros a un empresa para tener un hijo rubio de ojos azules, de los cuales a la mujer gestante sólo le llegarán 10.000 euros a lo sumo.
  1. Los partidos políticos que defienden la gestación subrogada son modernos y están a favor de los derechos de las personas homosexuales.
Cabe recordar que la gestación subrogada en España sólo la apoyan Ciudadanos y sectores del Partido Popular. Ambos partidos, por si alguien sufre de amnesia, se posicionaron en contra del matrimonio entre personas del mismo sexo cuando éste se aprobó en nuestro país. No defienden la igualdad de las personas LGTB, sino a las empresas que hacen negocio mercadeando con los úteros de las mujeres. Somos muchos los gays que estamos en contra de los vientres de alquiler, lo que pasa es que no nos sacan en los medios de comunicación para que nos podamos explicar. Nos somos tan tiernos y cuquis como los gays ricos que muestran a bebés comprados por infames cantidades de dinero.
En la propuesta de la mal llamada si la mujer aborta tiene que COMPENSAR ECONÓMICAMENTE a los CLIENTES.  Tiene tela que haya gente que hable de la libertad de la mujer con la GS cuando LIMITA el derecho a abortar selectivamente. El problema de cualquier movimiento que hace bandera de la individualidad es que se te puede volver en contra. Ejemplo: Gestación Subrogada. Tantos años oyendo eso de "En mi cuerpo mando yo" y ahora llegan los liberales y usan eso para legalizar los vientres de alquiler. Es como si el movimiento obrero hubiera usado "El obrero decide" sin darle significado. Que en nombre de la libertad... Se justificaría aceptar trabajar por 8€ al mes, esquirolear o estar sometido. Es el problema de lemas individualistas sin contenido.  No, los movimientos de resistencia no pueden basarse en algo tan voluble como la libertad individual, porque es un arma de doble filo.  Y sobre todo, porque no hay libertad donde hay necesidad, no hay libertad donde hay un contrato. Eso no es LIBERTAD ni LIBRE DECISIÓN. Ningún obrero firma un contrato libremente, lo firmamos porque necesitamos dinero para comer, vivir, ocio, etc. Por necesidad. Si un obrero fuera libre de trabajar o no y no necesitase trabajar para poder vivir cada mes, no fimaría un contrato, lo mandaría a cagar. Y si no, preguntad a cualquier currante que es lo primero que haría si le tocase un premio de lotería (si es gordo): Dejar de currar. Pues esto, que es tan sencillo de entender, pretenden convencernos de lo contrario los defensores de los vientres de alquiler. Quieren hacer creer que una persona, por puro altruismo, va a sufrir 9 meses de embarazo y sus consecuencias para unos desconocidos. Por supuesto, no cuentan y ocultan que durante el proceso, habrá una empresa y dinero "por las molestias". Y que de intermediarias en esto estarán no la Sanidad Pública, sino empresas privadas. Que evidentemente no están para perder DINERO ¿Quiénes se van a ofrecer en un mercado laboral que penaliza (pese a las leyes existentes) a las madres embarazadas? Nos toman por imbéciles. Se ofrecerán mujeres que por necesidad necesiten hacerlo. Ni Ana Botin ni Mónica de Oriol se van a presentar voluntarias. Y lo saben. No es LIBERTAD cuando hay necesidad de por medio. Es la falsa libertad del liberalismo. Libertad de parir para otros o ganar 200€.  Y quizá, con mucho respeto lo digo, el feminismo debería plantearse lemas como ese "En mi cuerpo mando yo" ahora usado en su contra  ¿Sabéis lo peor? Que no debería ser ni objeto de debate plantear convertir los vientres en un objeto de compraventa en el mercado  ¿Qué será lo próximo? "En mi cuerpo mando yo": Así que vamos a legalizar la venta de órganos y que "libremente" coticen en bolsa.  Y bajo la falsa LIBERTAD capitalista, decir que cada uno es libre de vender un riñón para comer "porque en mi cuerpo mando yo". Y así todo.  Conviene recordar este fragmento de Lenin sobre la trampa de la libertad que abandera el liberalismo siempre:
    
Un video muy bueno y breve sobre la mal llamada "Maternidad Subrogada": http://www.publico.es/publico-tv/el-tornillo/610042/el-tornillo-5x23-maternidad-subrogada
"Vientres de alquiler: proveedoras de hijos y fluidos para la élite": http://www.lamarea.com/2017/06/27/vientres-alquiler-proveedoras-hijos-fluidos-la-elite/
Vientres de alquiler y prostitución, por Kajsa Ekman
(https://www.youtube.com/watch?v=EgFFLhopsvM) 
  "La maternidad subrogada en tanto que industria es la hermana pequeña de la prostitución." "Si combinamos capitalismo y patriarcado encontramos la prostitución sexual y la reproductiva." "Los vientres de alquiler son la pretensión "inversa" porque en el plano simbólico ya no se trata de la "puta" sino de la "virgen"." El prostituyente "compra sexo", no quiere hijos. En los vientres de alquiler ocurre lo contrario: no hay sexo, sólo hijos. "La reificación de los vientres de alquiler es mayor porque no se puede tener un bebé en 15 minutos; es algo que se prolonga 9 meses." "Tanto la prostitución como los vientres de alquiler las mujeres nunca dicen "soy yo misma lo que vendo." "La mujer prostituida trata de disociarse del cuerpo que vende: "No es mi cuerpo; el que yo vendo es otro". " "De la misma manera, la madre de alquiler trata de decir que el bebé que vende no es suyo, que no es su hijo." "Hay cursos para madres de alquiler, tanto en la India como en EEUU, para convencer a las gestantes que ese bebé no es suyo." "Si ella albergase algún sentimiento, por ejemplo, ella tendría que decir "tus padres te quieren", nunca "te quiero". " "Sé trata de no crear lazos madre-bebé" "La resolución del Europarlamento considera los vientres de alquiler "contra la dignidad de la mujer, cuyo cuerpo y función reproductiva son tratados como mercancías"." "Nuestro primer adversario en este debate es el altruismo, el argumento de que lo hacen porque quieren, no por dinero." "Él argumento de la gestación subrogada por altruismo da a la industria apariencia de calidad, de voluntad, de reciprocidad." "El argumento de la gestación subrogada por altruismo es falsable: si está prohibido, se paga en negro a la madre gestante." "La base ideologica de la gestación subrogada por altruismo es: si la madre no es pagada, no hay explotación." "La madre gestante soporta 9 meses de embarazo, a lo que hay que añadir el riesgo de mortalidad, esterilidad y sufrimiento psicológico." "El bebé de una persona en el cuerpo de otra diferente significa que el cuerpo de la madre gestante pertenece a la otra persona." "La madre que alquila su vientre debe firmar un contrato en el que se compromete a no tener sexo durante todo ese tiempo por los riesgos." "La madre gestante debe comprometerse a abortar si, por ej, el bebé presentara síndrome de Down, también a someterse a hormonas, etc." "Solemos oír que la mujer puede alquilar su cuerpo si quiere ya que su le pertenece, pero el contrato es la cancelación de ese derecho." "El argumento de la gestación subrogada por altruismo es retroceder a valores patriarcales: "Si yo sufro, soy buena mujer"." "Ella se ha convertido en una buena mujer, ha ayudado a crear una familia, pero cuando pasan los años empieza a reflexionar." "El debate de los vientres de alquiler esconde un chantaje: Si las europeas no lo hacéis gratis nos iremos a explotar a la India o Nepal." "Como feminista me resulta extraño que el primer país en penalizar puteros (Suecia) pretenda legalizar la maternidad subrogada altruista." "Hay que cambiar la cara de esa industria que nos vende "familias felices" y el derecho a ser padre" "Propongo que no se diga sólo que los bebés no se pueden vender, tampoco se pueden regalar y que tienen derecho a sus madres." 
Venden la explotación de las mujeres como triunfo de la diversidad:  1-http://www.lavanguardia.com/vida/20160330/40749285098/juicio-pareja-gay-custodia-hija-tailandia.html  2-http://www.elmundo.es/sociedad/2016/04/26/571f364622601d124e8b4650.html
Para quienes igualan el aborto libre y gratuito con la liberalización de los vientres de alquiler:
    
    
Aclarado esto, tengo que decir que la GS me parece egoísta y un atentado contra la dignidad de las mujeres.  El hecho de pagar a una mujer por tener un hijo que una pareja no puede tener ya constituye en sí la mercantilización de su cuerpo. Tener un hijo biológico NO es un derecho, y recurrir a esta opción para poder hacerlo es una muestra de egoísmo, habiendo miles de niños sin recursos deseando ser adoptados. Si de verdad os importara el bienestar de los niños reclamaríais la mejora del sistema de adopción y no la legalización de la GS. No entiendo cómo podéis estar tan ciegos como para no ver que la gestación subrogada es explotación... No es un avance progresista, no es un avance en cuanto a derechos se refiere y os voy a explicar por qué:  Desconocéis la cantidad de madres gestantes que se prestan a ello porque su situación económica les obliga a ello. Son más de las que creeis.  Son tantas que el número de madres gestantes que verdaderamente lo hacen por ayudar y hacer feliz a otra no llega a ser representativo.  Es lo mismo que pasa con el porno y la prostitución, y vuestra reacción es la misma que con estos casos, os negáis a verlo y os refugiáis en aquellas que lo hacen por decisión propia sin que el dinero influya en la misma. Preguntad a esas mujeres si harian eso mismo sin cobrar, ya que según decís lo hacen por ayudar y hacer feliz a otra mujer y la inmensa mayoría os va a decir que no ¿porque son unas interesadas? No, porque necesitan el dinero.  Si se aprueba la gestación subrogada lo único que se va a conseguir es que esa explotación sea legal y normalizada se legalizará el usar el cuerpo de una mujer como vasija, como un objeto, sin que esta misma esté de acuerdo con ello y sin que haya podido elegir libremente debido a su situación económica.  Os negáis a aceptar que la mayor parte de madres gestantes son obreras, no os interesa verlo. Preferís usar y explotar a una mujer por simple egoísmo que luchar por mejorar los métodos de adopción y ayudar a aquellos niños que necesitan una familia Sí, eso es egoísmo por mucho que os duela. No es un avance en cuanto a derechos ya que estáis violando los de esa madre gestante obrera Os importa una mierda sus derechos. Sólo queréis ser padres de un hijo biológico a toda costa. Si quieres ser madre de un hijo biológico tienes otras opciones y si esas no funcionan NO tienes el derecho de usar a otra para conseguirlo. Adopta y no contribuyas a la explotación de mujeres. 
¿No vais a adoptar porque es lento? ¿Prefieren hacer de la mujer una INCUBADORA y del bebé un PRODUCTO en vez de luchar para acelerarlo? Los vientres de alquiler va en contra de los DDHH. No es libre, no es altruista. Es EXPLOTACIÓN. Si hay dinero de por medio, deja de ser algo altruista y libre. Hablenme cuando una burguesa alquile su vientre. Lo del vientre de alquiler no es sólo un problema de género, sino de clases. Le pusieron "gestación subrogada" porque "mercantilización y explotación del cuerpo de mujeres pobres y niños" quedaba muy mal y no vendía. Qué raro quienes militan mayormente sean los compradores y no las que se venden. ¿No os huele raro para nada? 
1. NO EXISTE una demanda social de alquiler de vientres. Es un capricho de ricos. 
2. El ciclo hormonal por el que tiene que pasar una mujer para facilitar un embarazo es muchas veces UN HORROR. 
3. El altruismo se pierde en el mismo momento en que hay compensación económica, aunque ésta consista en pagar el bus hasta la clínica. 
4. Ninguna mujer se preña para un desconocido de forma altruista.     
5. Qué raro que las altruistas seamos siempre las mujeres, eh? Qué raro. 
6. Qué raro también con qué facilidad acepta la peña que las mujeres seamos altruistas hasta el extremo de jugarnos la salud por desconocidos 
7. El cuerpo de una mujer no es una máquina expendedora de golosinas. No se mete una moneda y sale un producto. 
8. Un bebé no es un objeto de compra-venta.
9. Ser el papá de un bebé con tus genes no es un derecho. Es un deseo. Es puro egoísmo y capricho cuando hay miles de niños que esperan ser adoptados. 
10. Ningún hombre que considere a la mujer como un igual la usaría nunca como recipiente para obtener un bebé.  
11. La demanda para vientres de alquiler, en todo caso, tendría que salir de las mujeres que quieren preñarse. 
 12. ¿Dónde están esas mujeres que ansían parir para otros sin pedir nada a cambio? Nunca las he visto. 
 13. Si las mujeres no fuésemos las pobres del mundo, este debate no existiría.    
    

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